Un consumo responsable

    12 abr 2024 / 08:58 H.
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    Las últimas lluvias fueron un alivio importante para la provincia, tanto para los pantanos como para el campo, pero no podemos caer en la relajación y hay que evitar, a toda costa, despilfarrar el agua que tanta falta hace. La situación de sequía continúa, el verano se acerca y, aunque los embalses están al cincuenta por ciento de media, habrá que tomar cartas en el asunto antes de proceder al llenado de las piscinas y a autorizar los regadíos, sobre todo si se tiene en cuenta que la situación no es la misma en las ocho provincias de Andalucía. El primer mensaje que tiene que calar entre la ciudadanía es el de la concienciación sobre el buen uso de un bien elemental para la vida como es el agua. Las administraciones públicas tampoco pueden bajar la guardia, de tal forma que las agendas deben priorizar la lucha contra el cambio climático, aunque es de recibo que exista una flexibilización en un contexto generalizado de mejoría. La hoja de ruta, en forma de planificación, es de obligado cumplimiento en una comunidad en la que aflora la falta de infraestructuras hidráulicas modernas y la presencia constante en los medios de comunicación de campañas informativas que lleven aparejado un llamamiento al consumo responsable para afrontar un problema estructural. No cabe otro camino que el de la prudencia y la racionalización con vistas a un verano en el que los ayuntamientos tendrán que gestionar de la mejor manera, en función de las posibilidades existentes, el llenado de piscinas, que es una de las principales preocupaciones de las comunidades de vecinos. Sin embargo, hay que aplaudir el estado de los ríos de una provincia que vuelve a ser lo que siempre fue y nunca debió dejar de ser.

    Editorial