Solución para los cazorleños
Está claro que la presión ciudadana es la mayor fortaleza que tienen los pueblos y ciudades de cualquier territorio, especialmente de Jaén, una provincia poco acostumbrada a levantar la voz para reivindicar y que, sin embargo, cuando lo hace, surte efecto. Tal es el caso de lo ocurrido con la Atención Primaria de Cazorla. El traslado del centro de salud fuera del casco urbano tiene en pie de guerra a los vecinos, dispuestos a no bajar la guardia hasta que la Junta de Andalucía, con competencias en la materia, atienda una justa petición. Está en camino la solución provisional y la definitiva. Sin embargo, no hay que bajar la guardia hasta ver materializado el compromiso expreso de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz.
Fue en una protesta celebrada en Sevilla, después de concentraciones y movilizaciones dentro y fuera de Cazorla, cuando el nuevo titular de una de las carteras que más polémica aglutina en Andalucía anunció la construcción de un consultorio dentro del municipio. No fue una noticia encaminada a zanjar la pataleta en la puerta del Palacio de San Telmo, sino un compromiso firme que se materializó, ayer, con la reunión que el consejero mantuvo en Jaén con el alcalde cazorleño, José Luis Olivares. Hay que elogiar a los representantes institucionales cuando hacen los deberes como merecen los ciudadanos, lo mismo que denunciar públicamente aquellas acciones que resultan perjudiciales para la mayoría.
Está claro que la decisión de trasladar el centro de salud al hospital no fue la más acertada, aunque también es cierto que hay informes técnicos que certificaban el mal estado de las instalaciones en las que se encontraba y alertaban de la necesidad urgente de cambiar de lugar. Cuestiones políticas, con instituciones ideológicamente enfrentadas, envolvieron el problema en una polémica absurda que, finalmente, encuentra el camino de la solución desde la base del entendimiento y el diálogo, que es lo que faltó en un primer momento ante algo tan sensible como es la salud.
