Recuperar el casco antiguo
El casco antiguo de la capital atesora una riqueza histórica, patrimonial y cultural importante y, sin embargo, es una de las zonas más degradadas de Jaén. Su recuperación suele aparecer en los programas electorales de todos los partidos políticos que concurren a las urnas cada cuatro años y, sin embargo, la realidad demuestra que una cosa es la teoría y otra distinta es la práctica. Hay fondos europeos pensados, precisamente, para poner en valor trazados urbanos que esconden auténticas joyas, pero la burocracia, en muchas ocasiones, es el muro con el que se topan los ayuntamientos a la hora de solicitar subvenciones, una dificultad que tiene otra más añadida: las maltrechas arcas municipales. Jaén necesita una verdadera apuesta por los barrios antiguos, no sólo desde el punto de vista urbanístico, sino también social, con programas de formación e integración integrales y transversales. Se trata de una asignatura pendiente que concierne a varias administraciones públicas, porque está claro que la institución local, con la situación económica que atraviesa, no puede afrontar un proyecto de tanta envergadura en solitario. Hay iniciativas que ya están materializadas que, sin lugar a dudas, contribuyen a la recuperación del casco histórico, pero es necesario acometer un plan integral, ambicioso y con implicación de todos los sectores de la sociedad para dinamizar uno de los entornos más representativos de la capital, desde la judería hasta esos miradores que desembocan en la carretera de Circunvalación que, por el momento, resultan totalmente inaccesibles. El potencial turístico es de dimensiones desconocidas. El problema es que primero hay que tomar conciencia por parte de los ciudadanos.