Recaudación de impuestos
La situación económica en la que se encuentra el Ayuntamiento de Jaén es de quiebra técnica, una tónica que se repite legislatura tras legislatura y que impide a sus gobernantes poner sobre la mesa proyectos municipales sin financiación externa. El actual equipo de Gobierno nació de un pacto entre el Partido Socialista y Jaén Merece Más precisamente basado en medidas del Ejecutivo central encaminadas a sanear las arcas públicas, y aunque las moratorias no son la solución definitiva, sí supondrá un balón de oxígeno en un día a día en el que cuesta, incluso, pagar las nóminas a sus trabajadores, otra patata caliente que ningún alcalde, ni el de ahora ni los de antes, se atrevieron a atajar. El caso es que el alcalde, Julio Millán, quiere que el servicio de Recaudación sea gestionado por la Diputación Provincial, fundamentalmente para conseguir más ingresos para el Ayuntamiento y, a la vez, proporcionar un mejor servicio a la ciudadanía. Todavía no cuenta con el respaldo de sus socios, que se encuentran a la espera de lo que digan los estudios económicos, pero todo hace indicar que la respuesta será “sí”. Los que no están de acuerdo con la iniciativa son los concejales del Partido Popular, el principal grupo en la oposición, quienes consideran la maniobra un ataque directo al bolsillo de los jiennenses y pronostican una menor recaudación de la que hay ahora mismo. Los ciudadanos no merecen que las decisiones se tomen en base a intereses partidistas, sino con la rigurosidad que dan los estudios pertinentes antes de dar un paso de tan trascendentales consecuencias. Ni que decir tiene que los trabajadores del Ayuntamiento también deben tener voz o, al menos, derecho a ser informados.