Pujanza en la construcción

Fue el más castigado en la crisis económica que estalló en 2008 y, actualmente, se comporta como un verdadero refugio de la actividad económica, no solo en la provincia, sino en el resto de Andalucía y de España. La construcción mantiene su pujanza y, a pesar de la pandemia, es uno de los sectores que menos se resienten en medio de una crisis sanitaria sin precedentes. El ritmo de crecimiento del año pasado, fecha de referencia en todas las estadísticas, iba en consonancia con la desaceleración general. La mayoría de los indicadores presentan variaciones interanuales positivas, aunque en el último semestre sí se notó una ralentización destacable. Las incertidumbres políticas y jurídicas afectan a las empresas constructoras, que muestran comportamientos de contención cada vez que se producen contratiempos de rabiosa actualidad. En el contexto actual, marcado por una segunda oleada de la pandemia, la licitación pública aparece como una necesidad para reactivar un sector que también está ligado, en la provincia de Jaén, a la cosecha de aceituna. La inversión en infraestructuras y su conservación es uno de los elementos que está llamado a impulsar el crecimiento económico de esta tierra y fomentar su competitividad y bienestar social. Es primordial que las administraciones públicas arrimen el hombro para reducir el nivel diferencial que existe con respecto a otras zonas de España y de Europa y, sobre todo, para mejorar las comunicaciones y la cohesión territorial, además de prestar atención especial al desarrollo de infraestructuras medioambientales. Los modelos de colaboración público-privada está comprobado que funcionan, pero falta que se eliminen todas las trabas burocráticas que conllevan para las empresas.