Prevención en el mundo rural

    30 oct 2025 / 08:20 H.
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    La campaña de aceituna se da por comenzada en la provincia cada vez antes. La elaboración del aceite de oliva de cosecha temprana obliga a almazaras y cooperativas de la provincia a abrir sus puertas en septiembre, cuando hace apenas unos años no era habitual ver movimiento hasta finales de noviembre. Todo se adelanta, incluso la llegada de temporeros que, ante la falta de recursos públicos, se ven obligados a dormir en la calle. Las organizaciones sin ánimo de lucro, que trabajan para intentar que no haya un alma a la intemperie, exigen a las administraciones que reaccionen ante situaciones como la que se ve, cada noche, en la Plaza de la Libertad. Hay suficiente mano de obra para una temporada que se espera media, fundamentalmente porque no llueve lo necesario para la maduración del fruto, pero la cosecha es y será siempre un reclamo para la población que, de forma itinerante, sobrevive gracias a los jornales que da el campo en toda España. La apertura de los albergues de temporeros es una necesidad, lo mismo que lo es la vigilancia de la Guardia Civil n las zonas rurales para garantizar el normal desarrollo de la recolección y proteger los intereses de todo el sector. La picaresca hace desaparecer las aceitunas recién recolectadas de los olivos, por lo que hay que hacer un llamamiento a la responsabilidad para que la campaña transcurra sin incidentes. Aumentar la presencia de agentes para prevenir y combatir posibles delitos es crucial, además de invertir esfuerzos en la colaboración con todos los actores involucrados en una temporada tan sumamente significativa para la provincia. Los pueblos se transforman en estos meses que vienen como agua de mayo para miles de familias pendientes del campo.

    Editorial
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