Por un servicio de calidad

Queda claro que el transporte urbano de la capital tiene graves deficiencias que, en pleno siglo XXI, no se pueden permitir. La movilidad en la ciudad es cada vez más complicada y urge la puesta en marcha de un sistema que incentive a los jiennenses a dejar en coche en casa. La entrada en funcionamiento del tranvía, que también está en la cuerda floja por falta de voluntad política entre administraciones, obligará al Ayuntamiento a introducir una renovación completa de una red viaria en la que los trenes tranviarios y los autocares están llamados a convivir por el bien de la ciudadanía, de tal forma que la remodelación de líneas sea compatible con las diez paradas diseñadas en el trazado de norte a sur. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía no solo supone un duro varapalo para la estrategia ideada por el equipo de Gobierno, liderado por Julio Millán, sino que le “condena” a continuar con una concesionaria con la que no hay prácticamente posibilidad de entendimiento. Alargar la agonía en los juzgados, con procedimientos que serán prolongados en el tiempo y costosos para las maltrechas arcas municipales, no hará más que bloquear la posibilidad de mejorar, algún día, un transporte público que es una necesidad para quienes residen en la capital y para quienes la visitan día a día. El Ayuntamiento está dispuesto a llegar hasta el final en una batalla judicial que se librará en el Tribunal Supremo, antes de agotar una vía que nunca se puso sobre la mesa, la del diálogo y el entendimiento con una empresa que, por otra parte, lleva desde 1961 en circulación sin que nadie planteara la posibilidad de licitar de nuevo el servicio.