Otra reunión por el tranvía

La visita prevista, el próximo miércoles, entre el alcalde de Jaén, Julio Millán, con el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno tendrá como eje principal desbloquear, de nuevo, el tranvía de los convenios, problemas burocráticos, técnicos, políticos y de todo orden que mantienen en cocheras una inversión millonaria para descrédito primero de nuestros representantes políticos y, también, de una ciudadanía que ha sido incapaz de movilizarse y presionar a su clase política para activar, de una vez, una infraestructura que estaba llamada a cambiar la fisonomía de la propia ciudad. Sin embargo, el pasotismo cívico también es un mal que aqueja a esta provincia y este problema capital así lo evidencia. La irresponsabilidad política no se ha frenado con una exigencia constante de los ciudadanos que una vez frenada en seco la inversión deberían haberse movilizado para corregir una deriva política insoportable. Ahora, con dos administraciones con colores distintos toca remar de nuevo para que ambas pongan toda la carne en el asador y sacar del ostracismo un medio de transporte que vertebraría las comunicaciones en la capital, reduciría notablemente una ciudad colapsada por el tráfico, reduciría, por lo tanto, las emisiones de CO2 y, en definitiva, daría un espaldarazo a un necesario cambio casi de mentalidad en la confianza de la propia ciudad. La sociedad jiennense se merece un desbloqueo que saque a la ciudad de ese lamentable listado de costosas infraestructuras que duermen sin justificación y sin uso para demérito de los jiennenses en su conjunto. La mala política escribió en este caso una página lamentable y conviene recordar los palos que se pusieron en el camino.