Necesaria reparación moral

La semana que está a punto de terminar centró la actividad en pueblos y ciudades en la lucha contra la violencia de género. El 25 de noviembre está marcado en rojo en el calendario como una jornada reivindicativa en la que, tanto de forma individual como colectiva, todos tenemos la responsabilidad de luchar contra una de las lacras sociales más terribles que existe en todo el mundo. Los minutos de silencio son necesarios para recordar que existe el maltrato y que, en medio de una crisis sanitaria que obliga a los ciudadanos a refugiarse en casa, aumenta de forma escandalosa. Sirva como ejemplo que la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer, dependiente de la Subdelegación del Gobierno en Jaén, mantiene 1.392 casos activos, lo que supone un 4% más que cuando empezó el año. Se nota, en el número de denuncias, un claro efecto del confinamiento y las dificultades de movilidad. Hasta junio de 2020, los últimos datos actualizados, indican que en la provincia se presentaron 883 demandas. Ni que decir tiene que el reconocimiento institucional y social es una forma de reparación moral y simbólica hacia las mujeres. Conviene recordar que el día conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal en 1960, conocidas como “las mariposas”. Patria, Minerva y María Teresa fueron tres activistas dominicanas que fundaron el grupo de extrema izquierda 14 de junio. El objetivo de las hermanas Mirabal era hacer frente al dictador Rafael Leónidas Trujillo. El 25 de noviembre de 1960, las tres volvían a casa cuando fueron secuestradas y asesinadas. Su asesinato desencadenó decenas de protestas que las convirtieron en todo un símbolo de la lucha de la violencia contra la mujer que perdura.