Los pantanos y el turismo

    10 jul 2025 / 08:59 H.
    Ver comentarios

    Uno de los principales baluartes que tiene la provincia es su capacidad para almacenar agua. Es uno de los territorios de Andalucía con más embalses por habitante y, sin embargo, ser cabecera de cuenca conlleva, a veces, situaciones de solidaridad incomprensibles para el ciudadano. Los pantanos son, en la actualidad, infraestructuras que van mucho más allá de la función encomendada desde que fueron construidos, de tal forma que, en la actualidad, están incluidos en la oferta turística que ofrece la tierra del mar de olivos. No hay más que ver, por ejemplo, la Bandera Azul que ondea, desde ayer, en El Encinarejo, Andújar, como distintivo de turismo de calidad y sostenibilidad. Es la única playa de interior que consigue gracias al cumplimiento de criterios como la educación ambiental, la información, la seguridad y los servicios. El Tranco es otro de los ejemplos de los atractivos que tienen los embalses para los visitantes, no sólo por el espectacular paisaje en pleno Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, sino también por las actividades deportivas y de ocio que en él pueden desarrollar tanto la iniciativa pública como la privada. Lo que ocurre es que hay situaciones que no se sostienen, como el ritmo de desembalse de agua que tanto sorprende a los lugareños. Es uno de los más grandes de España, cierto, por lo que resulta complicado justificar esa pérdida de cuatro hectómetros cúbicos en tan sólo una semana. La solidaridad entre provincias debe ser como el pan nuestro de cada día, de la misma manera que el equilibrio territorial. Las sospechas fundadas de la necesidad de mantener el caudal del río Guadalquivir se hacen cada vez más evidentes. Alguien tendrá que poner remedio.

    -->
    Editorial
    set (0 = 0)