Lo que los incendios arrasan

    27 jun 2017 / 17:23 H.

    Sequía y altas temperaturas son una peligrosísima combinación en el sur por el incremento del riesgo de incendios forestales. Esas son las perspectivas para el verano recién estrenado, aunque se tenga la sensación de que esta estación esté más avanzada por los altos valores alcanzados en un primavera más calurosa de la habitual. El estreno estival ha sido verdaderamente fatídico en Andalucía, con el fuego decretado en la provincia de Huelva, junto al Parque Nacional de Doñana, un espacio de incalculable valor natural, considerado la mayor reserva ecológica de Europa y declarado Patrimonio de la Humanidad. Las imágenes del incendio de Moguer difundidas estos días muestran la trágica realidad del fuego desde múltiples vertientes: el pánico de los residentes y visitantes que trataban de escapar de las llamas en una zona eminentemente turística, muchos de ellos realojados en pabellones; la lucha por tierra y aire para sofocar las llamas, de profesionales que se juegan la vida para evitar el avance; los daños causados en campings totalmente arrasados y a un espacio natural de gran valor que tardará décadas en regenerarse y lucir como hasta ahora. La investigación determinará si finalmente tras el origen del fuego se encuentra la mano del hombre y si se consigue dar con el culpable, se debería actuar con toda la contundencia de la ley. Por fortuna, aunque continúan las labores en la zona, no ha habido que lamentar víctimas mortales, como sí ocurrió en el reciente y trágico incendio de Portugal. Pero los daños serán irreparables en un espacio que tardará en recuperar la normalidad y que registrará importantes pérdidas en el plena temporada turística.