Lealtad entre instituciones

    03 abr 2025 / 09:28 H.
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    La clase política debe estar entrenada, a estas alturas de la democracia, para responder a los problemas de los ciudadanos y, aunque cada representante institucional se deba a sus siglas, hay que apartar las diferencias ideológicas cuando lo que está en cuestión es el bien común. Es un proceso de aprendizaje eterno que, además, es de complicada aplicación, pero conviene recordarlo cada vez que surgen reuniones como las que tuvieron, ayer, el alcalde de Jaén, Julio Millán, y el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, Jesús Estrella. Hay que reconocer que, al menos, se sinceraron públicamente y no dejaron para el despacho las cuitas que, habitualmente, se acotan a espacios reservados. El caso es que evidenciaron sus diferencias en proyectos que son fundamentales para la capital, como la puesta en marcha del tranvía o la construcción del colector de las zonas residenciales de Los Puentes. Mientras que la Administración autonómica insta al Ayuntamiento a que colabore, la municipal pide a la parte contraria que no dilate más los proyectos comprometidos con la capital jiennense. Los ciudadanos no tienen por qué asistir, cada día, a confrontaciones que lo único que hacen es marear la perdiz y, en lugar de solucionar problemas, poner obstáculos en el camino. Hay que buscar mecanismos de diálogo y entendimiento para que la provincia avance con paso firme hacia el destino del desarrollo, la convergencia y la cohesión territorial, porque si no se producen adelantamientos por la derecha o por la izquierda, queda demostrado que la política no sirve como instrumento de transformación, sino de garantización de puestos de trabajo que, cada cuatro año, se renuevan. O no.



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