Las mujeres no están solas

El rosa es el color que representa la lucha contra una enfermedad que está cada vez más presente en la sociedad y, aunque todo lo que envuelve a este problema no es precisamente de color de rosa, el cáncer de mama es algo de todos, hombres y mujeres, que merece la mayor de las atenciones. Cada vez son más las investigaciones encaminadas a reducir la mortalidad en una dolencia en la que, a todas luces, lo más importante es la prevención. Mañana martes, 19 de octubre, se conmemora un día internacional que hace que las actividades se repartan durante todo un mes para que la sociedad tome conciencia y ayude, en lo que pueda, para que cada vez haya más estudios que aporten soluciones. Hacen falta fondos para ello y, en este sentido, las administraciones públicas no deben escatimar esfuerzos cuando se trata de una cuestión de salud pública. Ni que decir tiene que la pandemia del coronavirus incidió negativamente en las mujeres que sufren la enfermedad, con efectos colaterales derivados de los contagios como población vulnerable. Eso sí, los tratamientos continuaron en los hospitales y centros de salud sin merma alguna de calidad, algo elogiable, sobre todo cuando la covid-19 estaba en lo más alto de la ola. Lo importante es que aumenta a pasos agigantados algo muy positivo, la información sobre el cáncer de mama, una enfermedad que, además, dejó ya de ser un tema tabú. Hay mucho detrás de esta patología que supone una lucha constante, un plantar cara y una batalla que ellas tienen que ganar y, sin lugar a dudas, la sociedad tiene que remar en unidad para que los tratamientos avance, la investigación camine con paso firme y las mujeres no se sientan solas.