La situación de la sanidad

La situación en la que se encuentra la sanidad pública andaluza hace que buena parte de las organizaciones convoquen manifestaciones en algunas provincias en las que los usuarios alzan la voz para exigir mejoras en un sistema que siempre fue modélico. Marea Blanca cifra en veinte mil las personas participantes en las protestas de Sevilla, Cádiz, Algeciras y Granada —la Policía Nacional considera que hubo 4.000—, en defensa de un modelo universal y de calidad y contra las privatizaciones. La crisis de la covid puso de manifiesto tanto la profesionalidad y el enorme empeño de los sanitarios, desde médicos a enfermeros y personal de apoyo, como la precariedad del sector, castigado por muchos años de recortes y con un déficit estructural de primera magnitud, especialmente en la atención primaria. Una vez superados los momentos más críticos, con la acumulación de estrés laboral, un sobreesfuerzo considerable y el riesgo de colapso, llega la hora de tomar en consideración las nuevas problemáticas que amenazan con quebrantar el modelo. De hecho, no se trata de situaciones sobrevenidas, pues llevan arrastrándose desde hace años. Como la infrafinanciación, que ya es crónica, o la falta de personal, sobre todo porque no se convocan plazas de médicos en el ámbito estatal, mientras el talento se esfuma fuera de la órbita nacional. El resultado son listas de espera que, en muchos casos, superan los 180 días y usuarios que se ven obligados a recurrir a los seguros privados para encontrar una solución a su problema de salud. Mientras tanto, quienes están al pie del cañón no paran de trabajar, mañana y tarde, para reducir las demoras de consulta y quirúrgicas que se acumulan.