La recta final de la quinta ola

La quinta ola de la pandemia del coronavirus da sus últimos coletazos y, aunque se trata de una excelente noticia después de todo lo vivido, lo cierto es que hay rebrotes que invitan a pensar en la necesidad de extremar la precaución hoy y mañana. El consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, apoyado en los expertos, señala que el virus estará entre nosotros para siempre, por lo que no quedará más remedio que acostumbrarse a la mascarilla y, sobre todo, a las vacunas. En la recta final de la Feria de San Lucas, habrá que esperar a ver qué reflejan las estadísticas para comprobar, dentro de unos diez días, si estas fiestas atípicas, en las que no se pudieron remediar las aglomeraciones, terminaron en nuevos contagios de covid-19. Es importante recordar, en todo momento, las medidas que, en forma de armas, tenemos para plantar cara a una enfermedad para la que no existe edad de padecer. La higiene y la protección facial son las más importantes, sin olvidar que la vacunación es, por el momento, el único instrumento eficaz de protección. El llamamiento a los negacionistas tiene que ser constante, incluso con campañas especiales encaminadas a agitar conciencias, porque solo por solidaridad y generosidad es importante el gesto de la vacunación. Otra cosa diferente es la obligatoriedad que, sin tener legislación en la que ampararse, resulta harto complicado. Es el momento de empezar a cambiar las cosas, porque las circunstancias imponen un decreto o una norma que haga que ni un solo trabajador sociosanitario tenga las dos dosis puestas. Estar al servicio de los demás sin recibir el único fármaco eficaz contra el coronavirus es algo que, en pleno siglo XXI, no se puede permitir.