La lucha contra los incendios
Las temperaturas extremas llegan cada verano antes y se alinean con las tormentas para crear un riesgo atmosférico que amenaza a los campos jiennenses: los temibles incendios. Esta semana se registraron dos en la provincia y, aunque no hubo que lamentar daños personales, sí es cierto que hubo parte de espacio forestal abrasado por las llamas. Fueron, en realidad, controlados rápidamente por los agentes encargados, gracias a un despliegue importante, con aviones de carga en tierra, vehículos, grupos de bomberos forestales, brigadas de especialistas, empleados de Medio Ambiente, técnicos de operaciones y autobombas.
El cambio climático obliga a las administraciones públicas a adelantar los dispositivos especiales de vigilancia durante los meses de más calor y, sobre todo, a invertir en prevención y en concienciación ciudadana. Hay que tener en cuenta que la provincia es la que más espacio protegido tiene de toda España, por lo que se hace indispensable redoblar los esfuerzos humanos y materiales para evitar destrozos naturales que resultan irreparables en un corto plazo de tiempo, porque la repoblación no es una cuestión de meses, sino de décadas. Acabar con la precariedad en el ámbito forestal es una asignatura pendiente dentro y fuera de la provincia de Jaén. No hay más que ver las quejas de los trabajadores, cada año, ante la falta de recursos para luchar contra las llamas.
La otra cara de la moneda está en la gestión del agua. Pozos ilegales, el aumento de la sobreexplotación de los acuíferos y una agricultura industrial basada en el regadío van en contra de las medidas encaminadas a afrontar el problema del calentamiento del planeta. El fomento de una agricultura sostenible tiene que estar equilibrado con los principios elementales que son necesarios para que el cambio climático pierda la batalla. La prevención, la concienciación ciudadana y el respeto por la naturaleza, ahora que llegan los meses de mayor esplendor turístico, son la base para transitar por el buen camino.
