La industria agroalimentaria

Alcalá Muestra, una feria que organiza el Ayuntamiento de esta ciudad de la Sierra Sur desde hace treinta y cuatro años, es una oportunidad para potenciar la visibilidad de las empresas locales y generar oportunidades de negocio. El modelo agrario, el que impera en el proceso productivo de la provincia, necesita impulso para conseguir una rentable modernización y, sobre todo, profesionalidad en un mundo rural en el que cuesta introducir cambios en el sistema tradicional, por lo que ferias como la que se celebra este fin de semana en Alcalá la Real contribuyen al crecimiento de un sector que no se puede quedar atrás.
La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural subraya el esfuerzo inversor que realiza en la comarca como complemento perfecto a un colectivo que cuenta con diferentes líneas de subvención para ayudar, en la medida de las competencias que tiene la Administración autonómica, a impulsar aún más su labor y, especialmente, a luchar por una mayor rentabilidad. No es fácil trabajar en el campo y, en este sentido, uno de los principales problemas que tienen la agricultura y la ganadería es, precisamente, el relevo generacional, por lo que las instituciones públicas están obligadas, irremediablemente, a arrimar el hombro al tejido empresarial para garantizar la continuidad, asegurar la calidad de los productos y ahondar en la profesionalidad para alcanzar mayores y mejores niveles de comercialización. La provincia es puntera en productividad y, en contraposición, de las últimas en conquistar mercados internos y externos para colocar lo que da la tierra. Alcalá la Real está considerada un referente en la industria auxiliar, con ejemplos claros como la valorización de los subproductos y su transformación en plástico, un ámbito en el que queda mucho trabajo por hacer y puestos de trabajo por crear con una especialización puntera para la que es necesaria afianzar la enseñanza. Escuchar a los expertos suele ser, sin lugar a dudas, la mejor herramienta para crecer.