La amenaza del coronavirus

La mortalidad covid en la provincia experimenta un considerable incremento en los últimos días. Los datos empiezan a preocupar ante la llegada de una séptima ola que, aunque repleta de contagios, sí es cierto que los síntomas flojean. Sin embargo, no hay que olvidar que la pandemia sigue viva, que continúan las muertes por culpa del coronavirus y que los hospitales se preparan de nuevo para reservar plantas enteras para pacientes que contrajeron el virus y se les complicó la enfermedad. Jaén es la provincia andaluza con más mortalidad de toda Andalucía, con mayor afección en los grupos de mayor edad. En la última semana, cinco de los fallecidos tenían ochenta años o más; otros dos, alrededor de setenta, y uno, menos de cincuenta. Hay repunte de casos, sin tener en cuenta que son muchos los casos de contagios que no se contabilizan porque las pruebas se adquieren en una farmacia y los positivos no se trasladan al sistema de registros. La clara tendencia ascendente resulta preocupante y es un síntoma claro de la necesidad de no bajar la guardia y agudizar la precaución cuando se producen aglomeraciones como las que asistimos a celebraciones de toda índole más que merecidas, por cierto, después de dos años sin acontecimientos sociales y abrazos. El uso de la mascarilla forma parte ya de la responsabilidad de cada uno, pero está bien recordar cómo está el mapa de riesgo de la provincia para que los jiennenses seamos conscientes de la amenaza en un momento en el que todos esperamos que el virus pase a ser uno más entre el plantel de enfermedades respiratorias que nos acechan. La economía tiene que seguir, la vida tiene que seguir, pero con respeto a la pandemia.