Endurecimiento de penas

    11 ene 2018 / 09:22 H.

    El desgarrador testimonio de la madre de un joven fallecido en accidente de tráfico en 2016, publicado ayer por este periódico, alcanzó un importante eco en las redes sociales. Según narraba, tanto su hijo, que entonces tenía 27 años, como una amiga suya de 28 fallecieron al verse implicados en un accidente en el que el conductor, siempre según su relato, superaba el grado de alcoholemia legalmente establecido, así como apuntaba a un exceso de velocidad por parte de este último. El caso se juzgará próximamente. En la misiva, la progenitora reflexionaba sobre la necesidad de endurecimiento de las condenas ante este tipo de conductas que tienen trágicas consecuencias. En concreto, apuntaba a dos causas de manera especial: los excesos de velocidad y la conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas. Si bien es cierto que cada vez son más las campañas que se realizan por parte de las administraciones competentes para evitar que ambas situaciones dejen de registrarse en las vías españolas, gran parte de los accidentes mortales que se registran cada año siguen teniendo a estos dos protagonistas detrás. Junto con una labor continua de concienciación dirigida tanto a los actuales como a los futuros conductores, no debería descartarse un endurecimiento de las penas con el fin de poner freno a estas cifras. Las medidas adoptadas en esta línea siempre han conllevado un descenso de los casos de accidentes, así como de las cifras de muertos y heridos —que precisamente en el último año experimentaron un ligero repunte—. Todas las acciones encaminadas a frenar la tragedia por la que atraviesan cada año miles de familias y que tantas vidas se cobran deben ser tenidas muy en cuenta.