En emergencia climática

    28 sep 2019 / 11:59 H.
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    No hay más que ver el estado en el que se encuentran los pantanos o sentir las temperaturas impropias de finales de septiembre para darse cuenta de que Jaén, Andalucía, España y el mundo viven un estado de emergencia climática preocupante. Las evidencias científicas son contundentes y confirman que es preciso adoptar medidas inmediatas en todo el planeta. Las manifestaciones celebradas ayer en casi todas las ciudades demuestran que hay atisbos de cambio en la mentalidad de la gente. Los ciudadanos empiezan a tomar conciencia del grave problema que existe. Las encuestas señalan que la negación del calentamiento global es estadísticamente ínfima, la inmensa mayoría reclama esfuerzos a los gobiernos, está dispuesta a modificar aspectos de su vida cotidiana e, incluso, más de la mitad aceptarían pagar más impuestos verdes. Ni que decir tiene que será complicado establecer una imposición fiscal disuasoria y restricciones de acceso para los medios de transporte u otras actividades menos sostenibles, pero serán iniciativas imprescindibles para hacer realidad el inmenso cambio de hábitos necesario para reducir en lo posible las dimensiones de la crisis a la que nos enfrentamos como seres humanos. El problema está cómo establecer esas medidas económicas sin agrandar la brecha de la desigualdad. Tener que cambiar un coche viejo por uno nuevo, por ejemplo, será fácil para unos y excesivamente complicado para otros, por lo que no hay más remedio que trabajar para lograr el deseado equilibrio entre la lucha contra el cambio climático sin dañar la economía doméstica. Lo primero es la concienciación y la acción individual en el día a día.

    Editorial