El turismo de la salvación

Las estadísticas que ofrece el turismo en la capital no son dada halagüeñas. Los datos de ocupación del mes de julio revelan una tendencia significativa a la baja en comparación con el mismo mes del año anterior. Los empresarios achacan la situación al coronavirus, algo que se repite en otras capitales de Andalucía. Sin embargo, la pandemia sí favoreció la llegada de visitantes a las zonas de sierra. El único inconveniente es que las reservas prácticamente funcional al día, porque el miedo a posibles brotes de la covid-19 y a la imposición de medidas de restricción hace que el turista deje para el último día la organización de sus vacaciones. La Asociación de Empresas de Alojamiento de la provincia de Jaén confirma que los mejores de datos de ocupación se encuentran en los cuatro parques naturales jiennenses, aunque ni por asombro llegarán los registros de otros veranos. El sector reclama un Plan de Turismo Nacional que ayude, de manera seria y rigurosa, a incentivar el turismo con medidas similares a países como Bélgica o Italia, con rebajas en los impuestos para los empresarios que se ven obligados a abrir sus puertas, después de meses de paralización forzosa, prácticamente sin poder cubrir los costes. Hay que tener en cuenta también que los establecimientos tienen bajados los precios de ocupación para atraer clientes, incluso, en temporada alta. El turismo, un motor para la economía jiennense, necesita discriminación positiva para poder tirar del carro en un contexto en el que, además, la última cosecha de aceituna no fue para tirar cohetes. La incertidumbre sobre el futuro de la provincia merma el consumo, una pescadilla que se muerde la cola que hace que la crisis llegue a ser más profunda.