El tranvía y la confrontación
La Junta de Andalucía tiene un compromiso firme con la capital para la puesta en marcha del tranvía, una promesa del propio presidente, Juanma Moreno, desde su primer mandato electoral, aquel que compartió con Ciudadanos. Todo parece indicar que se cumplirá el próximo año, justo en los prolegómenos de unas elecciones autonómicas y cuando se cumplen quince años de la paralización de un sistema de transporte en el que, por primera vez, Jaén estaba llamada a ser pionera en la comunidad andaluza. Todos los contratos están tramitados y, a la espera de la adjudicación definitiva, Alsa será la empresa que se encargará de la explotación, una buena noticia, porque hay experiencias en otras ciudades en las que son diferentes las empresas que gestionan el autobús y el tranvía y la competencia hace que la convivencia sea totalmente imposible. Quedan por conocer detalles importantes, como cuántos de los cinco trenes estarán en funcionamiento diariamente, lo que repercutirá en la frecuencia de paso entre las paradas en una ciudad en la que apenas hay distancias. El proyecto original ponía en circulación cuatro, de tal forma que uno se quedaba en cocheras como mecanismo de repuesto ante un posible avería. Lo que está claro es que el tranvía no deja de estar envuelto en polémica, porque el mismo día que los trabajadores de Alsa conocieron el nuevo encargo, el Ayuntamiento exigió a la Junta de Andalucía transparencia con los fondos europeos que financiarán el sistema tranviario. Los ciudadanos están hartos de confrontaciones entre administraciones públicas con signos políticos diferentes y necesitan respuestas ante una situación convertida en un auténtico despropósito político.