El sistema de enseñanza
La situación en la que se encuentra la educación en España no puede pasar desapercibida y es obligación de quienes están en el poder tomar nota de lo que no funciona para cambiarlo. Está en juego el futuro del país, no es una cuestión baladí, por lo que habrá que apartar lo urgente y centrarse en lo prioritario antes de que sea demasiado tarde. La escuela no rinde lo necesario ni tiene capacidad para incentivar a profesores y alumnos. Los pequeños de la casa son escolarizados muy pronto en Infantil, y después en Primaria y en la ESO, tienen más horas de clase que en otros países, pero todo ese tiempo adicional en las aulas, sorprendentemente, no tiene su fiel reflejo en los resultados académicos, que son peores que la media. Los docentes no son recompensados si se esfuerzan y hay 1,4 millones de jóvenes que dan sus primeros pasos en el mundo laboral con una cualificación por debajo de la requerida por el mercado porque salieron del instituto antes de lo aconsejable. en cuanto pueden. El informe de la OCDE es preocupante. Hay más datos. Tres de cada diez jóvenes de entre 25 y 35 años no ha estudiado más allá de la Educación Secundaria Obligatoria, lo que reduce tanto su calidad de vida como sus posibilidades de labrarse una carrera profesional. En esta situación están más de un millón de personas de esa franja de edad, casi el 27%, más del doble de la media de la Unión Europea, donde sólo el 12% de los estudiantes no tienen un Bachillerato o una formación profesional de grado medio. Los avances en el sistema educativo público son, a todas luces, una asignatura pendiente que se salvarán siempre y cuando quienes legislan e imponen escuchen a los verdaderos profesionales.