El precio del aceite más bajo

Lo que cuesta una botella de aceite no cubre los gastos de producción desde hace demasiado tiempo. Cada vez son más las estanterías con productos de máxima excelencia y calidad que utilizan algo tan exquisito como producto reclamo para atraer a los consumidores a las grandes superficies, lo que tira por el suelo el trabajo de miles de familias que viven de forma casi exclusiva del campo. La crisis del sector oleícola se agrava con precios por debajo de los dos euros, algo de lo que no existe registro oficial desde hace la friolera de ocho años. La situación, lejos de encontrar una tendencia hacia la recuperación, va en picado. Sin embargo, hay quienes dicen que llegará el momento en el que no quedará más remedio que empiece una remontada más que necesaria. Quienes se ganan el pan en los olivares llevan más de un año con protestas en las calles y cortes de carreteras, excepto durante el confinamiento obligado por el coronavirus, sin que encuentren luz al final del túnel. Hay medidas puestas sobre la mesa por el Gobierno central y la Junta de Andalucía, pero tampoco hay movimiento de mejora y, además, la previsión de una buena cosecha hace que la ley de la oferta y la demanda ahonde en el hundimiento de los precios. No son buenos tiempos para el campo, a pesar de que el sector agroalimentario dio una verdadera lección de trabajo cuando fue declarado servicio esencial en el decreto de estado de alarma derivado de la pandemia de la covid-19. Es importante que el sector se mantenga más unido que nunca, que haga un frente común contra las grandes cadenas de distribución y, sobre todo, impida por todos los medios que no haya más aranceles para poder conquistar nuevos mercados.