El Museo Ibero y su colección

Fue el 11 de diciembre de 2017 cuando el Rey de España, Felipe VI, inauguró el Museo de Arte Ibero en la gran manzana que, tiempo atrás, albergó el edificio de la vieja cárcel. El recién estrenado espacio está llamado, desde entonces, a convertirse en un centro de referencia nacional para la exposición de una cultura milenaria de la que la provincia puede presumir. Sin embargo, han tenido que pasar siete años para empezar a recibir las primeras piezas procedentes del Museo Provincial de Jaén encaminadas a comenzar a construir el diseño de la muestra permanente que sustituirá para siempre a la temporal, “La dama, el príncipe, el héroe y la diosa”. Se trata de una gran operación de traslado de fondos a la que se sumarán, más adelante, otras provincias que tienen, en estos momentos, auténticos tesoros iberos expuestos en lugares que no están acotados para este tipo de discurso. Después llegará el proceso de musealización, que los jiennenses merecen que se acometa en un breve plazo de tiempo, sobre todo después de esperar dos décadas a la construcción del Museo Ibero y más de un lustro para verlo dotado de contenido. Hasta el propio Rey de España dijo en su inauguración que el continente era un lujo, pero que lo importante será el contenido que, unos cuantos años después, todavía está en lista de espera. No es fácil el camino, sobre todo cuando pueden surgir conflictos territoriales, carentes de sentido, por el traslado de piezas que sirven de reclamo turístico en muchos pueblos y ciudades de Andalucía. Sin embargo, es de recibo que, de una vez por todas, la capital tenga un proyecto de calado para atraer visitantes selectos de todo el mundo en busca de conocer la cultura ibera.