Dificultades en los estancos

Se consideran los grandes olvidados de la pandemia y, aunque estuvieron abiertos como servicio esencial que son, sufren las consecuencias del coronavirus. La crisis salpica a todos los sectores, incluso a los que se mantienen activos desde que se decretó el estado de alarma, como los estancos, que atraviesan una importante caída de las ventas después de un repunte al principio. El miedo al desabastecimiento hizo que, días antes, hubiera colas en muchos establecimientos para adquirir tabaco. Los estanqueros, después, sufrieron la resaca de esas jornadas de acopio, a lo que se sumó la suspensión de las loterías y el cierre de bares, restaurantes y cafeterías, el verdadero sostén económico de un sector castigado, también, por los aspectos sanitarios del coronavirus. Está claro que el confinamiento de los jiennenses y el parón de la actividad cambió también los hábitos de compra de los fumadores y deslocalizó las ventas en un segmento que ya registraba bajadas por la reducción del número de fumadores. La llegada de la Fase 2 animó algo las ventas, por lo que los estanqueros sienten que se encuentran inmersos en una remontada, gracias también al empuje del regreso de la hostelería y de las apuestas loteras. Sin embargo, reclaman ayuda y, aunque no quieren privilegios, sí exigen la eliminación de las restricciones para los fumadores, algo que consideran fuera de todo lugar antes, durante y después de la pandemia. La crisis se ve agravada, además, por el desembolso que los empresarios se ven obligados a realizar para cumplir con todas las medidas de seguridad, incluida la instalación de mamparas de protección. La reinvención es el camino. Hay quienes apuestan por introducir novedades para animar las ventas.