Despoblación y Educación

El proceso de escolarización es uno de los asuntos que más tensión provoca entre las familias con hijos en edad de acceder a la Educación Infantil, porque tienen derecho a elegir centro y, sin embargo, la falta de plazas hace que, en muchas ocasiones, no consigan su propósito. La planificación es complicada y está focalizada en intentar dar respuesta a una sociedad cambiante con la optimización de los recursos existentes. Ya está cerrado el plazo de presentación de solicitudes de escolares de 3 a 6 años y, según los primeros datos, hay un 35% más de plazas que de niños, lo que revela también un problema de fondo que sufre la provincia: la bajada de la natalidad. Hay zonas en las que el escaso alumnado puede hacer pensar a la Administración en cerrar las instalaciones y derivar a los pequeños a otras zonas cercanas. Sin embargo, la apuesta por la igualdad de oportunidades hace que la Consejería de Educación se vea obligada a dar respuesta y buscar la rentabilidad en términos sociales más que en los económicos. La inquietud no solo está en el número de niños por aula, sino también en las necesidades especiales de cada uno de ellos o el grado de vulnerabilidad que presenten. En este sentido, buscar el equilibrio es la gran asignatura que tienen que aprobar las administraciones con competencias en la materia para que ningún alumno se quede atrás en adquisición de derechos. El descenso de la natalidad es también el reflejo de la despoblación que sufre el mundo rural, una tendencia que va de lo local hasta lo global y que los representantes políticos deben situar como una de sus prioridades en las agendas diarias. Sin gente sobran los servicios ganados a pulso con mucho esfuerzo y dinero.