Desembalses necesarios
La preocupante situación que vive la provincia como consecuencia de la falta de agua lleva a pensar en un desembalse adicional para salvar la agricultura y la ganadería. Urgen recursos para regar y, a la espera de las necesarias precipitaciones, las organizaciones agrarias plantean una reivindicación que es justa en un momento de tanta incertidumbre. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ratifica que la campaña de riego de este año finalizará el próximo 30 de septiembre y que se cumplirá con la dotación comprometida y los volúmenes previstos que se acordaron el pasado 17 de abril. No obstante, si no lloviera en octubre, no se descartan desembalses auxiliares. Hay que tener en cuenta que ya hubo una medida similar en primavera, primero con 385 hectómetros cúbicos para salvar los cultivos del Sistema de Regulación General y, después, con 700 metros cúbicos por hectárea para los campos de mayor consumo de agua. No será fácil tomar una decisión que merma el estado en el que se encuentran los pantanos de la provincia, por lo que los especialistas se tendrán que reunir, si no llueve, para estudiar cómo se puede solucionar la demanda del sector, fundamentalmente para la arboleda. Ya se sabe que la campaña de recolección de aceituna se verá mermada, una temporada más, por lo que todas las miradas están puestas en el cielo, que es lo único que puede remediar la complicada situación que atraviesa el sur de España. El cambio climático, por más que haya negacionistas, es una realidad y debe estar en la agenda de todos los responsables políticos para intentar poner sobre la mesa propuestas serias que contribuyan a cambiar el modelo productivo y a rentabilizar los recursos al máximo.