Controles en las carreteras

    09 abr 2020 / 16:27 H.
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    Controlar el consumo de agua y la basura de los vecinos o instalar bloques de hormigón en los accesos son algunas de las medidas implantadas en municipios de todo el país, principalmente costeros, para evitar la llegada de visitantes a sus segundas residencias esta Semana Santa. El éxodo a las playas y los pueblos de jiennenses procedentes de la ciudad fue un comportamiento especialmente reprobado al comienzo de la pandemia y, aunque en la cuarta semana de confinamiento es algo prácticamente residual, las autoridades ponen el acento en la responsabilidad de todos en vísperas de un fin de semana que será largo. Los controles en las carreteras se refuerzan, porque también existe la picaresca de quienes tienen en zonas residenciales del extrarradio su segunda residencia y, con la excusa de atender los animales, lo que buscan es sortear las obligaciones del decreto de estado de alarma. La Guardia Civil recuerda que incumplir las normas tiene “serias consecuencias” e, incluso, repercusiones penales en situaciones graves, de tal forma que avisa de que los agentes serán “contundentes”. El incumplimiento de las restricciones impuestas por el estado de alarma puede acarrear desde multas de 100 euros, que se elevan de 601 euros a 30.000 si la infracción es grave, hasta una pena de tres meses de cárcel si se incurre en un delito de desobediencia y de cuatro años por atentado a la autoridad. La tónica general es buena. Los jiennenses responden, en general, con un excelente comportamiento durante las cuatro semanas de confinamiento contabilizadas hasta el momento, aunque es cierto que hay escenas que demuestran irresponsabilidades que no se pueden tolerar.

    Editorial