Asegurar el futuro del olivar
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó, en su última sesión, la Estrategia Andaluza del Olivar, un proyecto sin precedentes, dotado de más de 986 millones de euros, que aspira a asegurar el futuro del cultivo y contribuir al crecimiento económico de la provincia y, en consecuencia, de la comunidad autónoma. Se trata de un sector clave para la industria agroalimentaria andaluza que necesita una protección en unos tiempos tan cambiantes, con la amenaza del cambio climático y el incremento de los costes de producción para quienes se dedican a extraer el producto estrella de Jaén del fruto como principales obstáculos para garantizar la continuidad. La Administración regional se adelanta, de esta forma, a otro problema más: los posibles aranceles de Estados Unidos. La teoría está ya sobre la mesa, hay un compromiso firmado y, por lo tanto, queda que se materialice y se ejecute una inversión que, de alguna manera, tiene que llegar a los agricultores, que son los verdaderos perjudicados en momentos de zozobra, incluidas esas subidas y bajadas del precio que conllevan tanto ventajas como inconvenientes. Hay que tener en cuenta que si cuesta mucho la botella, el consumo se resiente y, si vale poco, pierden los productores y, por lo tanto, hay riesgo de que baje la calidad. Está claro que el sector tiene mucho margen de crecimiento y necesita cariño institucional en el diseño y el cumplimiento de una hoja de ruta pensada para mejorar la competitividad y la sostenibilidad, de tal forma que se pueda consolidar un modelo en el que hay que innovar y, a la vez, conservar la tradición. La Estrategia Andaluza del Olivar contempla 52 medidas estructuradas en once temáticas estudiadas.