Ahora sí que hay acuerdo

    13 nov 2019 / 10:31 H.
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    En una sorpresiva puesta en escena se anunció un acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos que vislumbra hacia donde girará el Ejecutivo que se conforme tras los apoyos que se reciban en el Congreso de los Diputados. El abrazo entre sus respectivos líderes plantea una serie de interrogantes ante un compromiso que se ha fraguado tras dos elecciones, propuestas, defenestraciones y graves acusaciones entre ambos contendientes. Aunque se pudiera decir que bien está lo que bien acaba, la opinión pública y la militancia de sus respectivos partidos deberán tener una explicación de este pacto que fue imposible en los meses precedentes. Aunque la necesidad es una virtud también en la política, medió una caída de votantes en ambas formaciones para que se abrieran las aguas que bajaban turbulentas y se sellaran las discrepancias con un abrazo. El pacto de momento no tiene desarrollo narrativo porque estará esbozado y nadie, de momento, quiere pillarse los dedos. De ahí que no se admitieran preguntas en la convocatoria de prensa, aunque los interrogantes sobre el acuerdo tendrán que ser aclarados tanto aquí como en Europa, que está pendiente de las medidas económicas que tendrá que acometer el Ejecutivo. Por otro lado, el compromiso de que el pacto estará dentro del marco constitucional obliga por un lado a las dos partes, pero por otro debiera marcar el camino al resto de fuerzas políticas que son necesarias en este difícil puzle para configurar una mayoría suficiente para dar luz verde al nuevo Ejecutivo. En este sentido, Cataluña es y será una patata caliente y cualquier apoyo de los independentistas debería ser bajo luz y taquígrafos. Es hora de gobernar y explicarse.

    Editorial