Accidentes y prevención
Una de las principales preocupaciones que muestran los responsables sindicales de la provincia en este momento es la siniestralidad laboral, donde Jaén está entre las primeras provincias de España en el ranking de accidentalidad, especialmente en el último lustro, desde que estalló la pandemia del coronavirus. Precisamente el viernes, en la capital, UGT y CC OO unieron sus fuerzas para protestar a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Jaén para mostrar su rechazo y su inquietud tras el último accidente laboral mortal registrado y que costó la vida a un trabajador en Úbeda, que se cayó desde la cubierta de una nave industrial.
En tan solo dos semanas, tres personas murieron en su puesto de trabajo: un buzo en el pantano del Rumblar, en Baños de la Encina, otro empleado en Martos el pasado 26 de octubre, y la última víctima de la ciudad ubetense. En lo que va de año, la cifra se incrementa hasta diez. Está claro que muchos de estos lamentales y desgraciados casos se podrían haber evitado con una adecuada cultura preventiva y medidas de seguridad en el trabajo. Cada siniestro es un fracaso en la cultura preventiva de riesgos laborales y, en este sentido, hay que apoyar a quienes reclaman la figura del delegado de prevención en una comunidad como la andaluza, donde el 85 por ciento son microempresas con menos de diez trabajadores. De la misma manera, tanto las administraciones públicas como el tejido empresarial están obligados a no escatimar en esfuerzos económicos para invertir en realizar campañas de concienciación sobre un asunto de especial trascendencia, además de hacer hincapié en la formación, porque está comprobado, estadísticamente, que muchos de los accidentes se producen en las primeras semanas de la incorporación al empleo. Los sindicatos reclaman juzgados especializados para que las familias de las víctimas puedan superar los obstáculos que encuentran en el camino, con una burocracia que se eterniza y ahonda en el problema. Queda camino por recorrer y depende de todos.