¿Qué pasa ahora con la UJA?
Lo que estamos viviendo en la Universidad de Jaén no es más que un anticipo de cómo las universidades privadas se están empezando a llevar a su territorio demasiadas cosas. Lo público es el pulmón del Estado de Bienestar, pero es que parece que ese no es verdadero interés pudiendo comercializar con uno de sus grandes pilares como es la educación. El rechazo de un grado en una Universidad de Jaén en la capital que lleva años pidiendo financiación y apoyo para los alumnos que estudian en ella, no es más que el principio de la película: El desmantelamiento de la UJA. No es solo la oferta que quitas a aquellos que no pueden permitirse irse a vivir fuera de la provincia y estudiar fuera sino la vida, el empleo y el futuro potencial de la capital. Si bien es sabido por todos, la oferta de grados es extensa, pero disminuye conforme pasan los años y se la sigue abandonando. El beneficio a lo privado es el detrimento de una universidad de la que solo he oído buenas opiniones. Menos mal que la comunidad universitaria está despierta y que la ciudad de Jaén no va a permitir que esto se quede en el olvido y se pase por alto semejante atraco al sistema universitario público andaluz. Juanma Moreno debería de tomar cartas en el asunto cuanto antes si es verdad que sigue mirando por el bien social de la comunidad que preside. Para ser una tierra que no se conforma nos quedamos siempre con las miajas y personalmente pienso y creo que Jaén no se merece eso para nada.
Si se supone que se busca ensalzar la educación y que todos podamos acceder a una opción educativa de calidad, ¿por qué no se refleja en la realidad? ¿La Universidad de Jaén sufre y miramos para otro lado? Esta vez, no. Necesitamos soluciones y explicaciones.
ISABEL ARANDA SOTO / Jaén
El entorno rural crece en Jaén
Jaén en su conjunto es una provincia variada, pero a la misma vez homogénea. Puede ser por eso o puede ser porque lo rural llama más, este entorno, antes olvidado, ahora es un atractivo turístico en la provincia. En otras épocas, en verano, todo el mundo volvía al pueblo, pero ahora no es solo que vuelvan, sino que, además, cada vez son más los turistas que se acercan a conocer lo que los municipios pueden ofrecer.
Unos municipios que en época estival celebran sus fiestas. Encierros, procesiones, repartos de comida tradicional o las más variopintas tradiciones son los diferentes atractivos que ofrece esta provincia y sus pueblos a propios y extraños. También las procesiones que, pese al calor, salen a la calle en sus fiestas y en las que las calles se engalanan para recibirlos.
MARÍA CÁNOVAS CASTILLO / Jaén
El misterio del pelo perdido
Unos amigos, después de unos días, se encuentran en plena calle y se saludan. Uno de ellos, al notar que el otro se ha cortado el pelo, le dice en un tono de broma y con alegría:
—¿Qué te pasa, tío? ¿Te has cortado el pelo o qué?
El otro, con un rostro muy serio y tajante, responde:
—¿Qué yo me he cortado el pelo? ¡Qué va! El otro día me fui a dar un paseo por el campo, me tumbé y cuando me desperté, un burro que había por allí se lo comió. Y mira, lo que me he ahorrado en peluquería.
El amigo, sorprendido, dice:
—No sabía que los burros comen pelo.
A lo que le responde:
—Y yo no sabía que tú directamente te lo ibas a creer.
IGNACIO ALCÁNTARA GODINO / Jaén
Deporte 7x24
El deporte se ha convertido en un fenómeno social permanente. Ya no se limita al tiempo libre: está presente todo el día, todos los días. A través de las plataformas digitales, el fútbol, el tenis, el ciclismo o incluso el bádminton están siempre al alcance de la mano. Las competiciones se siguen en directo o en diferido, desde cualquier lugar y dispositivo.
También la radio ha encontrado en el deporte una nueva vida. Las narraciones apasionadas, muchas veces con exjugadores como comentaristas, mantienen a miles de oyentes conectados con sus equipos. El deporte genera hoy más conversación que la política. Muchos no saben el nombre de los ministros, pero sí pueden recitar de memoria la alineación de su club favorito. ¿Por qué? Porque el deporte sigue ofreciendo lo que la política ya no: emoción, identidad, sentido de pertenencia.
Celebrar el ascenso de tu equipo o un triunfo inesperado provoca una alegría difícil de igualar. El deporte se ha vuelto parte del estilo de vida del siglo XXI: global, inmediato, constante. Vivimos en una sociedad donde el entretenimiento no se detiene. El deporte, en particular, es refugio, espectáculo y pasión. Un fenómeno 7x24 que ha llegado para quedarse.
PEDRO MARÍN USÓN
Los españoles
En su congreso, un eufórico Feijóo sostuvo que cuando él gobierne “en España mandarán los españoles”. Y tan orgulloso de su absurda perogrullada. ¿O tal vez insinúa que en España gobiernan los norteamericanos? ¿O que catalanes y vascos no son españoles? Es retórica; sé que Feijóo profundiza en la exclusión y el ultranacionalismo porque abraza el discurso más rancio y divisivo del espectro político. Su retórica de “los españoles” es chovinismo y no política inclusiva. El PP, bajo su mando, ha dado un giro derechista tan abrupto como peligroso. Sin rubor abraza el neofascismo de Vox en lugar de desmarcarse de la derecha extrema. Opta por unirse a ellos en su cruzada contra todo lo que huela a pluralismo y a diversidad. Y, en su afán por ganar apoyos de la derecha más radical, demuestra no importarle fragmentar el país con tal de avivar su ansia de poder. Se cree un cid dispuesto a enterrar cualquier vestigio de progresismo en nombre del anacrónico “nacionalismo español” que no tiene cabida en una sociedad moderna y diversa. Al abrazar los postulados de Vox, Feijóo traiciona a la España plural que somos y contribuye a erosionar la convivencia entre territorios, lenguas y culturas. Si este es el futuro que Feijóo promete, debemos esperar una España rota y dividida.
MIGUEL FERNÁNDEZ-PALACIOS GORDON
Otro infierno terrestre
Acabamos de evitar hace pocos días el infierno de una guerra nuclear, pero ahora sí sufrimos ya un aplastante infierno veraniego en varios países de Europa: en España, hasta a 46 grados. Será difícil evitar que ese tormento se agrave y se extienda a todo el mundo. La culpa es, sobre todo, de un uno por ciento, la clase alta, que utiliza su poder también para que estemos pensando en la Luna y, quizá pronto, en Marte, donde, tan necios, piensan refugiarse ellos tras destruir nuestro planeta.
DIEGO MAS MAS