Colecta para Trump
Salwan Momika, cristiano iraquí en Suecia, quemó varias veces el Corán en 2023, ha sido ahora acribillado a tiros en Estocolmo; la Justicia —lenta también allí— había pospuesto su veredicto sobre si era culpable de odio racial hasta febrero próximo. Es cierto que hay un pasaje en el Corán que incita a ma-tar a los enemigos de su fe; pero es mucho peor lo que dice una Biblia, rebosante de sangre, en la que un Yahvé genocida manda cinco veces aniquilar, aún sin provocación, a todos los hombres, mujeres, y niños de “la tierra prometida” por Él; es difícil concebir doctrina más dañi-na para todos y, por supuesto, más anticristiana, aunque hoy y aquí mismo hay aún muchos “cristianos” que colaboran con los más salvajes y eficaces ladrones de tierras y genocidas judíos que registra su historia.
El nombramiento de Mónica García como ministra de sanidad después de haber sido portavoz de Más Madrid en la Comuni-dad de Madrid no está acaparando grandes éxitos. Tras una labor de oposición al Gobierno de Ayu-so, bastante mejorable, el trabajo que realiza en el Ministerio está levantando grandes malestares. Entre otros, el enfado de enfermos de cáncer por su negativa a que su ministerio financie fármacos contra la leucemia linfloblástica aguda (LLA). Lo cual genera enfermos de primera y de segunda. Los que pueden pagarse su medicación y los que se les recorta la vida por no poder acceder a los fármacos por su elevado coste.
En lo más terrible de la pandemia, con muchos de nosotros torturados y afligidos por el miedo a perder seres queridos y mientras suspirábamos por mascarillas, hu-bo varios sinvergüenzas que aprovecharon la desgracia para forrarse. Uno de ellos fue el codicioso novio de Ayuso, que vendiendo mascarillas a la Comunidad de Madrid dio un pelotazo de dos millones de euros en comisiones de intermediario, emitió facturas falsas para tratar de no pagar a Hacienda y desembolsó 500.000 euros para comprar una empresa sin valor a la mujer de su jefe, Fernando Camino, ejecutivo de Quirón Prevención, con quien la Co-munidad de Madrid ha duplicado las adjudicaciones desde que es pareja de Ayuso. También, Alberto González Amador, o Alberto Quirón para los íntimos, contrató obras ilegales en su vivienda. El personaje es una auténtica joyita. Pero, en este mundo al revés, el perseguido es quien desmonta —sin dar ningún dato personal que no se conociera— un bulo institucional intencionado y peligroso de la Comunidad de Ma-drid que perjudica a la Fiscalía. En lugar de ir a por quien lo lanza, se va a por quien lo desmonta.
El siglo pasado, el Parlamento Europeo instituyó un “Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto”. Ahora, en 2025, un diputado pidió en vano: “Oremos por las víctimas del genocidio judío en Gaza”. Las circunstancias han cambiado radicalmente y por tanto hoy hay que identificarse sobre todo con los más de 50.000 muertos palestinos, más que con los mil y pico judíos, parte de los que antes han matado o robado, al menos políticamente, a los palestinos. ¿Cabe más hipócrita injusticia que la que aún manda en “nuestro” Parlamento?
Una estrella resplandecía rodeada por una multitud de sus hermanas en el universo. Al mirar hacia la tierra, vio luces que brillaban como ellas. La estrella, emocionada, les dice: —¡Mirad, hermanas! ¡Hay hermanas nuestras que han caído a la tierra!
dado que da muestras de necesitarla más que nadie, propongo que se haga una colecta para regalar la nueva inteligencia artificial que nos ha regalado China a Trump pa-ra que pueda remediar de inmediato los desastres que está provocando en el mundo entero en apenas una semana de presidir los EE UU.