Vapor de agua
Los cigarrillos electrónicos son un dispositivo que cada vez es más popular en nuestra sociedad. Se trata de un aparato que utiliza una pequeña batería para calentar una solución líquida y convertirla en vapor. Hace pocos meses, era muy típico ver por la calle a muchas personas con uno de estos cigarrillos, ya que trata de ser un sustitutivo del cigarro tradicional y que, teóricamente, ayuda al consumidor a abandonar el tabaco. Este modelo utiliza un líquido que contiene glicerol, propilenglicol, nicotina y ciertos extractos de hierbas o elementos alimentarios que le dan a cada versión un sabor característico. En este caso, el consumidor aspira el vapor generado por estos dispositivos, que trata de emular la sensación de fumar un cigarrillo tradicional. A estos fumadores ya se les conoce con el nombre de vapeadores. Hay personas que consideran que son una buena alternativa, afirmando que poco a poco permiten alejarse de la adicción al tabaco. Sin embargo, hay otros que critican fuertemente esta alternativa porque también tiene sus riesgos. Se han dado casos de fibrosis pulmonar y de neumonía lipoideas causadas por el uso continuo de estos dispositivos y la presencia de glicerina en el vapor de agua.