Brechas que dificultan la igualdad

    08 mar 2019 / 11:30 H.

    Señor Moreno, actual presidente de la Junta de Andalucía, nombrado por los trifachas carcas, no es en Cataluña donde se pisotean los derechos de los andaluces, es aquí en Andalucía, por cierto, usted cuando habla tiene un acento un poco castellano, como le digo aquí sí se pisotean porque los grandes y medianos empresarios no declaran los jornales legales, ha habido cuadrillas en el mes de febrero —que no se perdió ni un día de aceituna— y han declarado cinco jornales al mes, eso supone quinientos euros de estafa a la seguridad social, por obrero y mes; esos empresarios que reciben limpiamente la subvención PAC la declaran también por módulos cuando esa ayuda no forma parte de la actividad empresarial; se forman en el campo demasiadas CB (Comunidades de Bienes ), en las cuales están hasta los nietos, con consecuencias negativas para la Agencia Tributaria, porque algunas de estas empresas, con 300.000 euros de ingresos brutos, tributan cero; hay empresas instrumentales con falsas facturas para las declaraciones directas, es decir en el campo todo es un gran fraude que algún día habrá de investigarse, en lugar de dar tantos premios, mucho humo y poca industria, hay un montón de vehículos particulares a nombre de las empresas para desgravarse el IVA, y no es de recibo que a un trabajador con 24.000 euros al año de ingresos tenga unas retenciones del 20-25 por ciento en su declaración de la renta, y una empresa con 300.000 euros de ingresos no pague nada, es decir, un auténtico fraude colectivo, por no citar los sueldos, (ja, ja) de temporeras magrebíes en Huelva y Almería, sueldos de risa a cinco euros la hora trabajada y el día que llueve o se pierde no se cobra nada. Señor Moreno, con los impuestos se pagan los sueldos de los trabajadores en hospitales, escuelas, funcionarios, jubilados, eso de que no paguen impuestos los ricos, y solo paguen los trabajadores a sueldo y las pequeñas industrias, esto de que va señor Moreno, quiere privatizarlo todo para negocios privados de sus amiguitos, déjese ya de rollos que donde ustedes han entrado todo ha ido a peor para la mayoría y mejor para los ricos, ya esta bien de enviarle los problemas a otros a través de esos medios comunicación envenenados por la mentira, déjese ya de Cataluña, si ahí los conocen a ustedes perfectamente y lo tienen calado, de ahí el descalabro electoral último y el venidero.

    El que no sepa el día que se celebra hoy, poco sabe de la realidad que le rodea. Estamos a 8 de marzo, amigo, el Día Internacional de las Mujeres, que así dicho suena muy pomposo, donde apetece regalar bombones y rosas para “esa mujer especial de tu vida”, cuando se trata de algo mucho más lejos de esa falsa realidad de la que se quieren aprovechar las empresas y diversos negocios. No. Hoy reivindicamos la igualdad, en este día se recuerda cuando, aquel 8 de marzo de 1857 las mujeres de Nueva York salieron a la calle a denunciar la lamentable situación en la que vivían las trabajadores de la industria textil, una llamada a la reivindicación, al grito, a alzar la voz por una labor y una vida más justa. El peor suceso, y la razón por la que más se recuerda esta fecha, es por el terrible incendio de una fábrica del 25 de marzo de 1911, donde 123 mujeres y 23 hombres fallecieron en terribles condiciones. Fue la gota que colmó el vaso. Las mujeres no pudieron votar hasta 1920 (1931 en España), pero el espíritu de las sufragistas estaba ahí. Mujeres luchadores que hoy en día todavía son necesarias. No podemos permitir que otra fábrica vuelva a arder, porque tal como está el panorama político actual, con el “feminismo liberal” de algunos y la vuelta al siglo pasado de otros, poco nos queda para coger los vestidos rojos y abrirnos de piernas para parir a los hijos que pagarán las pensiones. Todavía queda mucho por hacer, así que no podemos quedarnos quietas. Hoy quiero veros a todas en la calle, en la medida de vuestras posibilidades. No podemos permitir un paso atrás, porque a este paso el lobo nos va a arrancar las entrañas y ni nos habremos dado cuenta de que tiene el diente ya hincado. ¡Todas a la calle! Que se nos vea, que se nos escuche, que estemos ahí por y para las mujeres, porque no daremos ni un paso atrás.

    Llega el Día de la Mujer y la verdad es que en 2019 hay una propuesta de actividades tan amplia que hasta los más reticentes se están convenciendo de que esto de la conquista de la igualdad total por parte de las mujeres va en serio y es un proceso irreversible. Se habla mucho de la brecha salarial, que ya se está denunciando y corrigiendo en muchos sitios, aunque surgen otras como la de la falta de oferta de empleo en la aceituna para las mujeres, que hacían labores hoy realizadas por máquinas. Es un asunto serio y pendiente. Quiero recordar otra brecha, hoy desaparecida, que fue la cultural, ya que las familias se preocupaban antaño de la formación y preparación de los hijos, pero no tanto de la de las chicas, destinadas a ser solo amas de casa. Y ya que la brechas y las reivindicaciones son conocidas, echo de menos estudios serios que las analicen y propongan soluciones válidas y definitivas. Ésa sí que sería la solución de la desigualdad para hoy y de cara al futuro.