El futuro de Podemos

Dada su deriva personal, es triste pero no de extrañar el que Rivera se convirtiera tan pronto en abogado de las multinacionales que alquilan pisos y también del PP de Casado; más aún, que ese antológico fracasado cayera en el ridículo de dar cursos de liderazgo. Mucho más triste y estafadora aún para sus esperanzados votantes ha sido que quien presumía de vivir con el pueblo en Vallecas, seducido por quien le hizo padre de familia numerosa, se alejara 50 kilómetros de su pueblo, a un chalecito pequeño burgués, nombrara, en su debacle, y él solito, como gran dictador, a una oscura mujer como jefa de “su” partido y a pocos meses diera también cursos de liderazgo a aquellos que ayer declaraba “enemigos del pueblo”, lo de la CEOE. Traición superior incluso a la de un jefe de CC OO que también pasó enseguida a servir al ABC. ¿Queda algún porvenir para el partido? Es evidente que no para Unidas Podemos. La muy difícil, pero única solución quizá aún viable sería la que apenas esbozó hace años un grupito de notables de su “Concilio de Toledo”. Es decir, la que, denunciando a incapaces y traidores, se atreva a rescatar el Podemos auténtico y podrían darle de nuevo, y más, ante la amenaza de PP-Vox, ser parte esencial de una alternativa seria y sana para España.