Yes, we can

    20 jun 2022 / 16:46 H.
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    La semana pasada tuve la oportunidad de asistir por motivos laborales a la DES-Digital Enterprise Show 2022, celebrada en Málaga. Un encuentro profesional, que a lo largo de tres días ha conseguido reunir a más de 336 firmas expositoras, 600 expertos internacionales, 250 medios acreditados y a cerca de 15.000 asistentes.

    El atractivo de Málaga como destino turístico, cultural y de negocios, su posicionamiento como referente tecnológico, así como la “guinda del pastel” que suponía la presencia del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama —que en su sesión como KeyNote Speaker del congreso consiguió reunir a 1.000 directivos de grandes empresas internacionales que durante una hora escucharon de primera mano sus consejos— han sido decisivos a la hora de garantizar el éxito, en un encuentro profesional en el que se ha debatido cómo la digitalización puede devenir la mejor opción para ganar competitividad, efectividad y ahorrar costes a las empresas.

    Multitud de marcas consagradas, empresas líderes, destacadas startups con modelos de negocio innovadores, reconocidos directivos y un ejército de excelentes perfiles de ingeniería, de las tecnologías de la información, matemáticas, física, data analytics, etcétera, conformaban un cartel de primer nivel que garantizaba una excelente agenda de contenidos repartidos en sesiones formativas, ponencias y mesas redondas.

    Tres días de intenso trabajo, en los que he podido disfrutar y aprender sobre la necesidad de reconstruir la manera de hacer negocios, reinventar las formas de trabajar y reformular las relaciones con los clientes. Un ecosistema de talento en el que más de 2.000 startups internacionales han tenido la oportunidad de dar a conocer sus modelos de negocio a miles de empresas y corporaciones reunidas estos días en DES.

    Traigo a casa un zurrón cargado de positividad. Consigo visualizar un escenario de empleabilidad mayor en nuestro territorio para todo el talento que emerge desde nuestra Universidad de Jaén, a poco que desde las empresas interioricemos algunas de las claves que muchos de los jóvenes con los que podido conversar a lo largo de estos tres días, me ha transmitido.

    Conseguir en primer lugar, que se queden los que estudian en Jaén y, en segundo lugar, que vengan los que están fuera, requiere que inicialmente consigamos desde las empresas captar su atención, y ello implica construir como marcas un mensaje potente y atractivo que permita hacerles llegar en su lenguaje, las razones de porqué elegirnos. Atraer al talento joven exige que esa propuesta de valor que se transmite al posible futuro empleado sea auténtica, es decir, que una vez que se comprometan con el proyecto de la empresa, esta sea capaz de generar un fuerte sentido de pertenencia que refuerce a esa persona en la idea de que está en el lugar adecuado.

    Para conseguirlo las empresas no deberíamos bajar la guardia una vez terminado el proceso de selección, pues son las primeras experiencias vividas las que van a determinar que se produzca esa sensación de haber tomado o no la decisión adecuada.

    En Málaga, algunos de los jóvenes y talentosos millennials con los que hablé, me significaron la importancia que para ellos tienen las nuevas formas de trabajo que ya imperan en el mundo corporativo más allá de nuestra provincia, esto es organizaciones menos jerarquizadas, con espacios abiertos, trabajar por proyectos y por objetivos de manera transversal y en un entorno de trabajo híbrido en relación al trabajo desde casa y a la presencialidad, siempre que resulte adecuado con el sector y la cultura de la compañía.

    Ahora, de vuelta a casa y una vez pasada la resaca postelectoral, tocará abordar en conversaciones sinceras con los empresarios de nuestra tierra, la necesidad real de construir entornos laborales productivos y positivos, tanto para los jóvenes con talento que han de incorporarse para ayudarnos a ser mejores, como para los que hemos de garantizar esa convivencia intergeneracional que nos haga más competitivos.

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