¿Y si cambiamos de tercio?

    07 abr 2021 / 09:32 H.
    Ver comentarios

    Tras meditar durante la pandemia he decidido cambiar el contenido de mis escritos; estoy cansado de criticar a políticos y partidos y su democracia sui generis; lo que pienso de la clase política, en especial la de Jaén, es muy negativo: van a lo suyo y les importan un bledo sus votantes, cautivos de listas cerradas. Dicen —y algo habrá de verdad— que la culpa es de los electores; ellos sabrán. Dejo por un tiempo este monotema cansino; no quiero ser una mosca “tipo c...” de gente que no tiene un pase. Retomo el consejo que en su día me diera el recordado Esteban Ramírez: escribir en positivo de la buena gente, de las cosas buenas que pasan en nuestros pueblos, de personas de la sociedad que merezcan la pena, que hay muchas, de gastronomía, costumbres, tradiciones y vivencias religiosas; también en proclamar lo que se cree. Con el prólogo me quedé sin espacio; lo aprovecho para evocar el testimonio de Cuaresma de tantas Cofradías y hermanos ayudando al prójimo y remediando infortunios; bella forma de hacer de la necesidad virtud, caridad de la buena, cuando tanta falta hacía. Volverán las procesiones, Cristos, Vírgenes, cirios e incienso, días y noches radiantes de luna de primavera.

    Articulistas