Y pompón con la borrica

    29 sep 2025 / 08:32 H.
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    Hasta en la sopa. Boba. Tú no, amada lectora, jamás osaría. La sopa. Tenemos Sánchez y familia hasta en la sopa. Hoy no pienso pensar lo que digo ni decir lo que pienso, porque el pecado del silencio es más grave que el ruido. Y los años reflexionan la mente, que sienten como se pasa el olvido, y el alma del servidor público se torna privado, ególatra y hedonista. Y gana popularidad, acusando de populista a su enfrente. Sin mirar su frente, que más que apaga enciende, que más que morir, mata. Sin matices de humildad, tan evidente en la humanidad y en el que sirve para servir, es para ser y actúa para actuar. Callen voces hablen letras, que decida mi abuelo materno, que sentía el paterno. Y en la idiosincrasia de lo efímero retornamos el sentir más que el sufrir. Gestores de recursos. Gestiónenlos. En su fin, su meta personal debe ser el alma mater del bienestar ajeno ante la supremacía narcisista del despilfarro propio en aras del orgasmo suyo. Pasen a un segundo plano, siendo protagonistas en la sombra iluminando lo público. Tan recurrente en tiempos de crisis.

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