...Y cincuenta

    09 ene 2025 / 09:03 H.
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    Como los voy numerando, he comprobado que mis dos mil caracteres quincenales cumplen con este medio centenar. Y qué mejor cifra para exaltar la figura de un notable y querido amigo, de un compañero de café y de tertulia, de un personaje poco frecuente en el mundillo cultural de nuestros pueblos... Se ha jubilado Francisco Toro Ceballos, técnico de Cultura del Ayuntamiento alcalaíno, pero creo que la noticia es falsa, o, mejor, irreal. Nuestras comunidades no pueden ni deben permitirse el detrimento de gente tan valiosa. Si viviésemos en la Antigüedad no habría dudas ni discusión alguna. La senectud era valor y calidad. La experiencia sigue siendo el asiento del progreso. Conozco bastante bien cómo Toro Ceballos ya tiene programado su quehacer próximo. La Asociación Cultural Toral-Soler le espera con la ejemplar decisión de sus fundadores —Enrique y Pilar—, de perpetuar el legado cultural y familiar de tan noble linaje, amén de contribuir al impulso de otras actividades similares en el ámbito local. Pero creo, honestamente, y algo sé, que esto es poco para este gigante, casi irrepetible, de la eficacia en la gestión. Lo siento por su familia, pero... ser abuelo no conlleva el cruzarse de brazos y aquí te espero. Creo que para ensalzar su figura, bastaría con jugar con la letra S. Con “ese” se inician palabras muy jugosas y determinantes, por ejemplo sencillez y servicio. Creo que en ambas encontramos la clave del éxito oficial y popular de Paco Toro. La sencillez implica la naturalidad, la cordialidad... Hay que verlo codeándose con la gente más humilde o con los más altos representantes de la Cultura nacional e internacional. Algunos de estos insignes, inalcanzables por su prestigio, nos los ha servido nuestro técnico municipal en bandeja generosa, que ha supuesto reputación y crédito para las convocatorias alcalaínas, ya sean congresos, encuentros, publicaciones... solicitados a posteriori y a todos los niveles. La buena reputación nos ha llegado, en las últimas décadas, de manos de Paco Toro. El servicio es la otra columna que sustenta el señalamiento de nuestro personaje. La dádiva se sublimiza cuando se pierde la noción del tiempo. Toro Ceballos ha sido un funcionario sin horario fijo. Siempre estuvo dispuesto a lo que exigían las circunstancias. Por todo ello y por mucho más, merece nuestra consideración y agradecimiento.



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