de la Corte de Honor de la Virgen de la Capilla

11 jun 2016 / 10:33 H.

Suenan campanas y cohetes anunciando a los jaeneros que, un año más, la Virgen de la Capilla saldrá a la calle, haciendo de la noche luna y del día sol, como hace 586 años, en la capital del Santo Reino, en la noche del 10 al 11 de junio de 1430 en que la Madre de Dios quiso, en cuerpo glorioso y en blanco cortejo, visitar la ciudad, desde entonces del Descenso.

LAS COFRADÍAS DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA. Existiendo en 1856 la Cofradía del Rosario de Nuestra Señora de la Capilla, esta se agregó a la Real Archicofradía del Culto Continuo de la Santísima Virgen, llamada también “Corte de María”; en 1867, se reorganizó la cofradía, y se separó de la Asociación General de la Corte de María. Con motivo de esta reorganización, se adoptó como nombre el de Real Cofradía de la Corte de la Virgen de la Capilla y Culto Continuo de la Santísima Virgen, por lo que se aprobaron, en 1879, nuevos Estatutos hasta 1885.

Y en nuestro siglo, en 1910, Francisco Serrano Pardo, coadjutor de la parroquia de San Ildefonso, fundó la Guardia de Honor de Nuestra Señora de la Capilla, asociación de señoras cuyo fin era hacer piadosa vela a la Santísima Virgen, asistiendo al Rosario el día 10 de junio, a una misa, el día 11, y a la Salve, los sábados.

En 1926, se reorganizan las primitivas Cofradías, denominándose la nueva Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla. En junio de este año, la fusión de ambas con nuevos Estatutos, aprobados el 22 de diciembre, pasó a llamarse Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla. Alfonso XIII acepta el nombramiento de Hermano Mayor perpetuo, por lo que la cofradía adopta el título de Real.

El 11 de junio de 1930, el Cardenal Primado Pedro Segura la coronó; en 1950, S.S. Pío XII la proclama Patrona de Jaén; en 1967, se le conceden los honores de Alcaldesa Mayor de la Ciudad. Y, sucesivamente, Venera de Oro, Placa de Plata y Llaves de Oro de Jaén.

Así fue pasando el tiempo, hasta que, el 20 de abril de 1980, al ser elegido Ramón Calatayud Sierra, nuevo hermano mayor, reformamos los Estatutos con el título de Ilustre, Pontificia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, Patrona y Alcaldesa Mayor de la Ciudad de Jaén. De entre la Junta de Gobierno, José Galián Armenteros, fue nombrado Vicesecretario General y encargado de la organización de la Corte de Honor de la Virgen de la Capilla.

FUNDACIÓN DE LA CORTE DE HONOR DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA. He hecho esta introducción para dar a conocer los fundamentos por los títulos de sus cofradías (Corte de María; Corte de la Virgen de la Capilla y Guardia de Honor), de la actual Corte de Honor de la Virgen de la Capilla. Y recordar en el XXXV aniversario de su fundación, su organizador, que lo escrito se puso en la práctica, gracias a la existente Corte, al igual que en otras ciudades, concretamente, en Lérida, desde 1967, cuando la cofradía peregrinó con la Virgen de la Capilla para hermanarse con la Virgen Blanca de la Academia, fundándose en Jaén la Academia Bibliográfica Mariana.

Desde 1980 hasta el día 3 de abril de 1991 y sucesivos, siendo secretario general, formé un censo con más de doscientas fichas con datos personales de jóvenes con traje de pastira y de chirri; existiendo, desde entonces, la Corte de Honor de la Virgen de la Capilla, con la colaboración de la Asociación “Lola Torres”, que la nombramos cofrade de honor y de la Corte, encomendándoles la primera ofrenda floral y sus asociados, los primeros chirris y pastiras de la Corte de Honor de la Virgen de la Capilla.

Desde entonces, cada año la cofradía costeaba algunas bandas de seda azul y blanca, con el nombre de “Corte de Honor de la Virgen de la Capilla” que, confeccionadas por las Madres Dominicas, en acto solemne en la cofradía, previa citación que yo hacía, se imponían a los designados y se les entregaba un diploma acreditativo.

UN RUEGO JAENERO, COFRADE Y MARIANO. Así se fundó y dio vistosidad a la procesión la Corte de Honor de la Virgen de la Capilla; hasta que sucesivas juntas “enfriaron” la participación de los jaeneros, que vistiendo de chirri y de pastira, los hombres y las mujeres, acompañasen a su patrona, a la Virgen de la Capilla, como lo hacían, desde los años ochenta, “conduciendo” el trono por unas largas cintas de igual color que las bandas, que salían de las plantas de la Soberana Señora.

Pastiras y chirris iban delante de las camareras de la Virgen, mujeres, esposas de los miembros de la junta de Gobierno, vistiendo la mantilla española, formando presidencia en el cortejo, representaban a los jaeneros e iban como guardianes de la que es nuestra Madre espiritual.

Bella estampa que hoy la vemos tan reducida que me permito sugerir a la Cofradía que fomente, que haga el esfuerzo jaenero, cofrade y mariano por restablecer aquella Corte y dé el sitio que le corresponde en el cortejo para mayor exaltación de la Virgen de la Capilla.