Vuela libre, Loco

Se nos ha ido unos de los locos más cuerdos y necesarios del panorama social. Con Quintero se van muchas cosas, demasiadas, tales como la sabiduría, el buen hacer profesional y la decencia. Los que tenemos una edad debiéramos esmerarnos un poco y hacer llegar a la juventud la obra y legado de este “monstruo” de la comunicación. Hay que ser un genio para convertir los silencios en comunicación, las palabras en verdaderas obras de arte cargadas de sabiduría. Jesús Quintero fue uno de los pocos que no dejó de decir verdades, sea cual fuera el medio donde trabajaba, sin importarle en absoluto si ello le supondría un despido o un veto, que los hubo. De toda su trayectoria me quedaré siempre con ese monólogo donde nos hablaba de los incultos en una sociedad que en teoría lo tenía, y tiene, todo para que no los hubiese ni fuese la ignorancia moneda de uso común. Se ha ido “El Loco de la colina”, maldita sea, un comunicador que consiguió hacer grandes a los desconocidos, y humanos, frágiles a los poderosos, cuando se sentaban frente a él. ¡Vuela libre Jesús Rodríguez Quintero!