Vida frente a necropolítica

Escribir sobre lo que está pasando en este momento es especialmente complejo y doloroso, prácticamente todos tenemos muchas cosas que decir. Desde mi punto de vista, se demuestra que estamos en una alarma sanitaria que esconde un estado policial, donde nuestros derechos y libertades se han cercenado sin más discusión. Además, son los más vulnerables los que más sufren y sobre los que cae la mayor injusticia. En segundo lugar, tenemos la discusión sobre cómo esta sociedad ha fomentado lo individual, lo privado y privativo, pero ahora exige un esfuerzo común. Tenemos que reflexionar sobre la educación, la sanidad, los sistemas de protección social que años de políticas derecha y austericidio han dejado en un estado lamentable; incluso también, el papel de los propios medios de comunicación en el contexto actual. Obviamente, todo esto tiene un plano de política internacional, donde las fronteras y modelos políticos se cuestionan y tenemos que ver la idoneidad de que se mantengan o no en el futuro. La economía tardará muchos años, quizás una década en recuperarse. Por eso mismo, no me extraña que la derecha esté haciendo necropolítica y esté especialmente enfurecida, rabiosa diría yo, sembrando cizaña y miedo, porque para ellos esto tiene un rédito directo. Pero mucho me temo que se terminó, de todo esto aprenderemos muchas cosas, y una muy importante: sólo unidos conseguiremos cuidar la vida.