Verborrea

Dice la RAE que verborrea es verbosidad excesiva. Y verbosidad es la abundancia de palabras en la elocución. ¿Alguien duda de que el Rey, Lesmes, Garzón e Iglesias han tirado de verborrea para un asunto tan delicado como la ausencia del monarca en el acto de Barcelona?. El Rey ha sido, al menos, imprudente por llamar a Lesmes y, encima, decirle que le habria gustado estar allí. La prueba es que tuvo que desmentir con rapidez la “interpretación” de Lesmes. Dijo el Rey que fue una llamada de cortesía sin consideraciones institucionales. El caso es que para entonces Garzón e Iglesias habían sacado el mandoble y acusaban al Rey de maniobrar contra el Ejecutivo y de no ser neutral. Nada menos. Y de Lesmes, ¿qué decir?. ¿A quién se le ocurre divulgar esa conversación y no dimitir con el desmentido?. Han surgido apelaciones a la libertad de expresión de vicepresidente y ministro para justificar sus palabras. Uno siempre es esclavo de sus palabras y en estos tiempos de verborrea, la prudencia al hablar siempre es una virtud.