Un tranvía llamado deseo

En 1951 se estrenó esta formidable película que protagonizaron Marlon Brando y Vivien Leigh bajo la inolvidable dirección de Elia Kazán, un filme de los que hacen historia y que todavía se puede encontrar en muchas filmotecas. Sesenta años más tarde, en 2011, realizó su último viaje, en pruebas, otro tranvía al que también deberíamos llamar deseo, porque hasta ahora solo ha sido eso, un deseo. Me estoy refiriendo a nuestro tranvía de Jaén, tan deseado por unos, aunque discutido y rechazado por otros. Once años después, el tranvía de Jaén todavía sigue en sus cocheras, pendiente de nuevas inversiones para reparar la infraestructura, y para remozar el material móvil, y de momento no hay fecha cierta para para su puesta en marcha. No quiero entrar en la polémica sobre lo acertado o no del proyecto y menos ahora que parece que hay acuerdo entre los partidos políticos que antes discrepaban al respecto. Pero tengo serias dudas sobre su viabilidad real, cuando se sabe que su explotación va a generar un déficit que tendrán que soportar las arcas públicas y existen dudas también, a estas alturas, sobre que realmente aporte algo sustancial a nuestra maltratada ciudad de Jaén.