Ultra Derecha

Hace unos años, cuando la inmunidad de rebaño permitió que pudiéramos viajar, tuvimos la oportunidad de visitar la tumba de Antonio Machado, enterrado en Colliure, un pequeño pueblo costero cuyos colores dieron carta de paraíso para los pintores fauvistas y en donde al genio sevillano le sobrevino la muerte en su apresurado exilio. Recorrimos algunos de los “senderos de la libertad”, auténticos laberintos naturales dispersados a través de la orografía pirenaica por donde también acabaron huyendo, con diferente suerte, intelectuales y miembros de la resistencia acosados por la implacable presión nazi en la Francia ocupada. De parada en Perpignan, sentados en un local para comer, vimos anunciar el paso de una manifestación de antivacunas. Pensamos que la cosa resultaría minoritaria e inocua, pero cuál fue nuestra sorpresa que a nuestro lado comenzó a pasar un río de gente: miles de personas exaltadas que nos increpaban y golpeaban incluso nuestra mesa por asumir que la vacunación era una obligación de Estado y no una cuestión de “libertad” personal, a pesar de las devastadoras consecuencias que tuvo la pandemia. Mañana Francia se debate entre según qué libertades. Sigamos jugando a la ruleta.