Troles o
los nuevos odiadores

Las redes sociales se han llenado de estos nuevos cobardes interpuestos que encubren a quienes tienen poca defensa o argumentos frente a los que no opinan como ellos ante evidencias que no les interesan, y que como su propia definición académica indica solo realizan mensajes provocativos, ofensivos, fuera de lugar, para llamar la atención o boicotear cualquier conversación que no se ajuste a los parámetros de las voces de sus amos, eso sí, siempre escondiendo detrás, reitero, cobardes que no dan la cara, sean personas o entidades —casi siempre de carácter político—. Aconsejo, por tanto, no hacer caso alguno a quien no es capaz de hablar mostrándose, pues si no lo hace es obvio que, o no confía en lo que dice u oculta intereses. Y si me estás leyendo y eres unos de esos o te prestas, te mando mi más sentido repudio, ¡voz de tu amo! Creo y apoyo la discrepancia, pero con respeto y sobre todo si es de frente. Es un precio esto de los avances de la modernidad, pero no por ello hay que tragar y pagar precio. Que no tenga eco todo aquel que no es capaz de identificarse al hablar, aislémoslos y así las redes no perderán la utilidad.