Tratos y lindes

La historia demuestra que el mundo siempre ha estado mal parcelado. En los tiempos actuales nos enfrentamos al clásico enfrentamiento de lindes. Andan inquietos los cooperativistas europeos por los conflictos terrenales que amenazan sus predios desde que el latifundista ruso pasó al ataque para meterse en la parcela vecina y cobrarse bien el precio de las añoradas servidumbres de antaño. En este punto, no contaba el agredido con el amo de la cortijada norteamericana que ha adoptado la forma de tratante agresivo que calcula las posibilidades de solución al pleito sin perder de vista las oportunidades de negocio. Se frotan las manos en la notaría árabe, donde quieren ser firmadas las nuevas escrituras a golpe de apoyo en combustible. Mientras, el taimado terrateniente oriental acapara riquezas sin prisa ni pausa gracias a unos pecheros que trabajan más por menos. Es la historia de aquellos hacendados pueblerinos que vivían para juntar capital y cuyo apodo coincidía con el título de una serie americana que comenzaba así: “Su misión es la tierra y su objetivo adueñarse de ella”. Les llamaban los invasores.