Tradiciones en Jaén

Tradiciones como la noche de San Juan, solsticios de verano y de invierno, u otros que se rigen por fuerzas de la naturaleza desde tiempos prehistóricos, se suceden y perduran, y se hacen para poner en valor lo extraordinario, lo prodigioso. Ahora todo se moderniza o se transforma hasta cambiar su sentido. Estas celebraciones que nacieron del instinto de nuestros ancestros durante milenios, me pregunto si también se modificarán e ignorarán sus significados. Otra clase de tradiciones, hábitos o usos, pueden o deben evolucionar para progresar, pues la sociedad tiene esa función. En los años 50 aún se celebraban en Jaén las lumbres de San Antón, creo que respetando íntegramente los rituales: canciones en corros, saltar las ascuas, aportaciones de madera por agricultores y ganaderos y arriba del palo central se quemaba un personaje maléfico. No he vuelto a asistir a ellas y las supongo igual de entrañables. De la Noche de San Juan nunca supe de ella porque nos retirábamos al campo.